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El sector funerario se está adentrando en los servicios digitales para simplificar la comunicación entre aseguradoras, funerarias y familia. Existen plataformas para interactuar con los familiares y para el borrado póstumo de perfiles sociales.

Las cuentas en Facebook que deja abiertas un familiar fallecido, los enlaces a los que lleva Google, correos electrónicos o una cuenta de Netflix, son cuestiones que ya solventan algunas empresas. Ofrecen soluciones para borrar ese legado digital o asegurar su administración por parte de la persona elegida por el difunto en un testamento inteligente.

Ya existe la posibilidad de crear un testamento digital donde el interesado se pronuncia sobre qué quiere que ocurra con todas estas cuestiones. También existe el testamento genético con información del ADN para que futuras generaciones puedan saber qué enfermedades podrían contraer y que puede ser útil para posibles reclamaciones de herencias.

Otro de los servicios tecnológicos novedosos es cambiar el formato de las ceremonias fúnebres, aplicando un sistema audiovisual personalizado que proyecta imágenes en pantallas de tamaños que eligen los familiares.